La blogger-fashion manía: jóvenes tecnológicos

Hoy en día los bloggers han cobrado un protagonismo que ni ellos mismos lo hubiesen imaginado al abrir su propia cuenta y comenzar a postear deliberadamente sobre los temas que les interesaban. En el mundo de la moda el impacto que han provocado no es poca cosa, muchos de los pioneros que ponían sus looks en fotos, detallaban sus tiendas favoritas y autografiaban cuanto creían arte, son hoy íconos fashion seguidos a diario por miles de jóvenes alrededor del mundo y hasta han llegado a ocupar lugares privilegiados en las revistas más importantes del mundo y en jurados internacionales.
Los ejemplos de estos adolescentes prodigios son varios:
*Susanna Lau: se ha consagrado al conseguir siempre asientos en primera fila en los desfiles de Chanel.


*BryanBoy: este chico de 22 años ya es una estrella en el mundo de la moda. Para darnos una dimensión, el diseñador de Louis Vuitton, Marc Jacobs, ha nombrado una cartera con su nombre y se codea con diseñadores de la talla de Cristopher Bailey, de la casa Burberry.


*Tavi Gevinson: esta chica tiene sólo 13 años, pero a través de su fanatismo por la moda y gusto por casas de renombre como Luella, Charles Anastase y Comme des Garçons, ha cobrado protagonismo en la escena de los bloggers fashion, la han entrevistado para el New York Times y lanzó su primera línea de remeras.


*Jane Aldridge: una adolescente que vive en Texas de 18 años, es ya la favorita de 70.000 personas que visitan a diario su espacio. Ha salido en revistas de la talla de Vanity Fair y Teen Vogue, y hasta ha diseñado una línea de zapatos para Urban Outfitters.


Al ver los perfiles de adolescentes como estos, con acceso a la tecnología, que se han adueñado de ella, han construido una identidad propia y se la han mostrado al mundo en forma exitosa, no nos queda más que abrir los ojos ante una realidad de la cual habla Narváez Montoya con respecto a la globalización. Su inserción en los países del primer mundo (de los cuales provienen estos personajes antes presentados)es muy diferente a la de América Latina. Esto hace que si la tecnología la pensamos sólo como adquisición de artefactos e instalación de redes, será una tecnología contra el desarrollo, contribuirá a que la desigualdad se ensanche y terminará en que quedaremos totalmente excluidos. La tecnología, por sí sola, siendo parte de la tradición del conocimiento moderno, no resolverá las deficiencias a los países latinoamericanos en el acumulamiento científico técnico.